ISMA LOPEZ ESPERA CAMBIAR LOS PITOS POR APLAUSOS
Lopez Garai en la sala de prensa |
Su juego práctico no acaba de seducir a El
Molinón, que ve en la posición de medio centro un rol en el que es
necesario asumir riesgos para colaborar en la construcción del juego.
Este fue el motivo que llevó a que, el pasado domingo, los silbidos
estallaran en la grada. López Garai, en clara posición de ventaja, optó
por retrasar el balón. No era la primera vez, pero sí la menos
necesaria. El vasco quiere quitarle hierro a las críticas. "No me
preocupa esta situación mientras no le afecte al equipo. Si el Sporting
gana, mi felicidad es completa", explica. Sin embargo, a nadie puede
resultarle agradable salir del campo entre silbidos de tus propios
seguidores.
López Garai recuerda perfectamente la jugada que desataron los silbidos de El Molinón hacia su persona: "Luis me entrega el balón, me encuentro
solo y alguien, creo que un rival, me dice: "Cuidado". Tengo la
sensación de que llega un contrario y la doy para atrás sin mirar". Una acción que explica con el ingrediente
añadido de la picaresca de un futbolista del Sabadell. Su versión no le
lleva a excusar su error. "Tomé una decisión equivocada. No es que
estuviera solo, es que aquello era una solar. La gente diría : "Por
favor, ¿qué hace?" Yo, como aficionado, hubiera pensado lo mismo",
afirma.
"Noto que cada vez que toco un balón hay
una presión extra, parece que hay un runrún. Me ha pasado alguna vez en
mi carrera. No es algo que me sorprenda en exceso. Lo considero una
anécdota", reitera. Su ánimo de intentar pasar página no impide que la
lógica impere: "Está claro que sería mucho mejor que la gente estuviera
feliz conmigo. Es cosa mía cambiar esta dinámica de silbidos y espero
cambiarla pronto". Un propósito con el que prepara la visita al Murcia.
"Necesitamos coger una racha positiva de resultados antes del parón
navideño. Si ganamos al Murcia y al Lugo los adelantaríamos en la tabla y
daríamos un golpe sobre la mesa", concluye el vasco.
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