LA FIGURA DEL PARTIDO: LA AFICIÓN
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| Un momento del partido. FOTO LNE |
En el partido disputado ayer en Mendizorroza, donde el equipo gijones cayo con rotundidad, no todo fue negativo, ya que siempre hay algo bueno para destacar y en está jornada, sin duda alguna, lo figura del partido fue LA AFICIÓN.
Los 8000 sportinguistas que recorrieron más de
300 kilómetros para estar con su equipo se les vino a la cabeza
enseguida el partido de Ponferrada de la temporada pasada. Desde primeras horas de la mañana se vieron ya por los aledaños de
Mendizorroza a los primeros sportinguistas. Incluso el sábado, por las
calles del centro de Vitoria, hubo peñistas rojiblancos. La mayoría de
ellos decidieron desplazarse a tierras alavesas ayer mismo y de forma
individual, pese a que hubo viajes organizados, como el de las peñas
Mieres del Camino, Sidrería Sporting, El Llavianu y Santa Cruz, además
de la Federación de Peñas.
Minutos antes del inicio del partido, en la zona habilitada por el Alavés para las aficiones visitantes, la Mareona ya se dejaba notar. La Policía Autónoma Vasca tomó precauciones tajantes con los aficionados radicales del Sporting, controlados fuera del campo y a quienes se les permitió la entrada a sus asientos con el partido empezado. Se perdieron el primer gol. Previamente, hubo que desalojar la zona de otros espectadores, que fueron trasladados a la tribuna colindante, donde se observaron pancartas de censura en contra de José Fernández, máximo accionista del club gijonés, que en El Molinón ya no se ponen.
Los aficionados rojiblancos no pararon de animar al equipo en ningún momento, aunque al final reprocharon la actitud y el juego mostrado por sus jugadores sobre el césped. Tras el partido, las opiniones de los componentes de la Mareona eran de una tremenda decepción, con un enfado que aumentó en la salida de los autocares. Algunos vehículos tuvieron que esperar, ya que varios espectadores fueron retenidos en las gradas del campo hasta casi tres cuartos de hora después de acabado el partido, junto al grupo de radicales rojiblancos.
El viaje de regreso fue duro, como cabía de esperar de la decepción. Un sentimiento que bien resumía la frase de un aficionado gijonés cuando salía del campo de Mendizorroza: «Levantáse a les 6 de la mañana pa ver esto..!» Razón no le faltaba.
La decepción no fue tan grande esta vez porque el golpe llega en la sexta jornada y queda mucho camino para levantarse. No dejarón de apoyar y sobre todo cuando el partido se puso cuesta arriba y los púpilos de Sandoval no estaban mentalmente todavía en el partido, la afición rojiblanca no los dejaba solos e intentaba que con sus cánticos el equipo se entonará, como lo hizó en la segunda parte, donde fue un Sporting más reconocible a lo que nos tiene acostumbrados, pero una primera parte desastrosa hizó que está visita no sea para recordar.
Minutos antes del inicio del partido, en la zona habilitada por el Alavés para las aficiones visitantes, la Mareona ya se dejaba notar. La Policía Autónoma Vasca tomó precauciones tajantes con los aficionados radicales del Sporting, controlados fuera del campo y a quienes se les permitió la entrada a sus asientos con el partido empezado. Se perdieron el primer gol. Previamente, hubo que desalojar la zona de otros espectadores, que fueron trasladados a la tribuna colindante, donde se observaron pancartas de censura en contra de José Fernández, máximo accionista del club gijonés, que en El Molinón ya no se ponen.
Los aficionados rojiblancos no pararon de animar al equipo en ningún momento, aunque al final reprocharon la actitud y el juego mostrado por sus jugadores sobre el césped. Tras el partido, las opiniones de los componentes de la Mareona eran de una tremenda decepción, con un enfado que aumentó en la salida de los autocares. Algunos vehículos tuvieron que esperar, ya que varios espectadores fueron retenidos en las gradas del campo hasta casi tres cuartos de hora después de acabado el partido, junto al grupo de radicales rojiblancos.
El viaje de regreso fue duro, como cabía de esperar de la decepción. Un sentimiento que bien resumía la frase de un aficionado gijonés cuando salía del campo de Mendizorroza: «Levantáse a les 6 de la mañana pa ver esto..!» Razón no le faltaba.
La decepción no fue tan grande esta vez porque el golpe llega en la sexta jornada y queda mucho camino para levantarse. No dejarón de apoyar y sobre todo cuando el partido se puso cuesta arriba y los púpilos de Sandoval no estaban mentalmente todavía en el partido, la afición rojiblanca no los dejaba solos e intentaba que con sus cánticos el equipo se entonará, como lo hizó en la segunda parte, donde fue un Sporting más reconocible a lo que nos tiene acostumbrados, pero una primera parte desastrosa hizó que está visita no sea para recordar.
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