SPORTING, 2- EIBAR, 0 (FINALIZADO)

El Sporting ganó en El Molinón por 2-0 al Éibar en partido de Liga correspondiente a la jornada 36.

El Sporting puso de su parte la efectividad en un partido trabado, no exento de nervios, en el que el cuadro eibarrés se mostró como un rival difícil que llegó en busca de los puntos. 


Cielos cubiertos con 13 grados de temperatura. Terreno de juego en buenas condiciones. Abelardo concentró anoche a la totalidad del equipo en Mareo, con lo que retrasó la convocatoria final hasta los prolegómenos del partido. Se agotaron las entradas de todas la zonas del campo con excepción de la Tribuna Oeste. 26.035 espectadores. Oficiaron de capitanes Lora por el Sporting y Dani García por el Éibar. El Éibar actuó con su equipación reserva de color amarillo.
 
Abelardo decidió repetir la alineación que ganó la anterior jornada en casa al Sevilla. Mantuvo en el enganche a Halilovic, flanqueado en las bandas por Carmona y Jony, con Sanabria en punta.

El partido comenzó vibrante, con el Sporting en busca del área rival, pero el Éibar no le ponía las cosas fáciles a los gijoneses. Cerraba bien los espacios y se mostraba contundente. Desde el primer momento dejó claro que no había venido a El Molinón de paseo.

El Sporting presionaba la salida de balón de los armeros con el ánimo de robar y buscar su veloz salida de balón.

El partido era de poder a poder, sin dueño definido.

No estaban interviniendo mucho los porteros a remates de los contrarios, pero en el minuto 20 Cuéllar tuvo que solventar un mano a mano con Jota.

El equipo rojiblanco se dejaba el alma, estiraba sus líneas, pero le faltaba fluidez en los metros finales. Estaba demasiado tenso.

En el minuto 31 Adríán era amonestado. La primera amarilla del partido.

En el 35, de nuevo apareció Cuéllar para abortar otro mano a mano.

Halilovic destapaba por momentos su conducción en velocidad y afloraban las faltas para frenarle, pero al Sporting le costaba llegar a la portería de Riesgo con el balón controlado.

En el 43, una gran jugada y una gran culminación: centro de Jony y Carmona, de cabeza, adelantó al Sporting en el marcador. Un minuto de tiempo añadido, y a los vestuarios.

Se reanudó la segunda mitad sin cambios en ambos conjuntos.

El partido tenía dominio alterno y continuas transiciones. Había mucho desgaste físico sobre el terreno de juego, más que buen juego.

En el 17 entraba Borja en el Éibar y Abelardo mandaba llamar a Carlos Castro, que suplía un minuto después a Halilovic.

En el 21 Carmona se acercaba al banquillo con problemas físicos. Se le subían los gemelos y le suplía Álex Menéndez.

El partido entraba en una fase de interrupciones, entre ello por la rueda de cambios que se iniciaba, a lo que se añadían faltas. Isma López había sido el primero de los rojiblancos en ser amonestado. 

En el 27, susto para la portería de Cuéllar. Se paseó el balón por la raya de gol tras remate de Enrich al palo.
Inui era el siguiente en entrar, por Escalante.

Estiraba líneas el Éibar y buscaba el contraataque el Sporting. El partido se abría.
 

Abelardo quería darle oxígeno al equipo. Entraba Guerrero por Sanabria.

El partido se tensaba por lo apretado del marcador. Había nervios sobre el terreno de juego.

La afición animaba y llegó el segundo gol, el de la tranquilidad, el que subió al marcador Jony.

Era el minuto 36 y llegó como un bálsamo tras la carrera y el tiro cruzado del de Cangas del Narcea en un contraataque con firma de la casa.

Para los minutos finales Mendilibar dio entrada a Gayoso.

En el 41, gol anulado al Éibar por fuera de juego.

Respiraba El Molinón, que no quería un final de infarto, feliz con el 2-0 que reflejaba el marcador.

Ya no se movió, aunque Cuéllar tuvo que estar muy atento a un balón cerrado en el tiempo añadido.

Ahora, la segunda final, en Getafe. 

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