EL DIA A DIA DEL SPORTING
El equipo sportinguista regresó abatido de
Éibar. Había logrado la victoria, pero no acompañaron los resultados de
los rivales, a los que estaba supeditado en su lucha por la permanencia.
La llegada a Mareo del autocar del cuadro rojiblanco se produjo poco
antes de las tres y media de esta mañana. Lo hizo con notable demora. La
causa fue el control antidopaje que se vieron obligados a pasar Babin y
Douglas. La deshidratación tras un partido complica muchas veces la
micción para tomar la correspondiente muestra y fue el caso.
En la hoja de ruta de la semana estaba el entrenamiento de esta
mañana y a las diez y media estaban ya los jugadores a disposición de
Rubi. No hubo mucho tiempo para dormir, pero en jornadas así es evidente
que el vestuario no concilia bien el sueño.
Según lo previsto, tras una breve charla en el vestuario, tocó un
entrenamiento regenerativo en Mareo para los que más minutos jugaron en
Ipurua y una sesión más larga para los que lo hicieron durante menos
tiempo o no saltaron al terreno de juego. El encuentro de ayer no deparó
lesionados más allá de los habituales golpes y sobrecargas, ni tampoco
sancionados.
Mañana será jornada de descanso y el equipo regresará a los
entrenamientos el miércoles, con una nueva sesión en Mareo programada
para las 10.30 horas de puertas abiertas. La temporada liguera se
cerrará para los rojiblancos el sábado a las cinco de la tarde en El
Molinón frente al Betis.
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